jueves, 6 de octubre de 2011

Vivir lo que eres


 En el último aliento, vi mi vida pasar serpenteante y fugitiva.
Dos momentos me sorprendieron, el primero fue mi anhelo por ser distinta, mi pérdida de ese tiempo maravilloso soñando en la metamorfosis, despreciando mi cuerpo arrugado, pajizo y lento, y el otro, momentos antes de expiar siendo ya hermosa, ligera y vigorosa, danzaba yo tranquila aleteando mis alas inquietas e iluminadas atrayendo la mirada de mi cazador de mariposas.


M. José (chandra)
 Soy una oruga, mi sueño es ser hermosa y cuando lo consigo me da caza un coleccionista de mariosas y lo que fue mi sueño también fue mi muerte.

Puedo sentir mi cuerpo largo, arrugado y de un color indefinidamente indescriptible, sólo puedo arrastrarme lenta y pesadamente por las ramas de los árboles tardo una eternidad en llegar adonde quiero, me paso el día divagando y soñando que vuelo con la gracia de un hada, que tengo colores hermosos y definidos, pienso en lo hermosa que sería mi vida si mi cuerpo fuera el de las mariposas y paso el día soñando en lo que me gustaría ser. De pronto, siento que los ojos se me cierran y que entro en un trance que no puedo explicar, al despertar como luz que encuentra un grieta entre las nubes del cielo me despierto con la sensación de estar en otro mundo en otra dimensión, mi cuerpo ya no pesa me siento ligera como el aire, aire que me impulsa hacia el cielo, que me hace levitar. Subo y subo, bailo y bailo, disfruto de mi realidad soñada, anhelada, ya casi no recuerdo el tiempo que pasé siendo oruga, quiero olvidarlo.
De pronto noto que algo me atrapa, no puedo moverme, ¿me habré vuelto a convertir en oruga?,¿ me habré despertado, ya que todo era un sueño? Algo me retiene y no me deja marchar, siento que un ser gigante me atrapa de mis hermosas alas, de pronto me vuelvo a sentir libre, puedo aletear de nuevo pero no avanzo, sólo puedo aletear. Al intentar huir algo me lo impide, no consigo saber qué es, no lo veo. Cada vez me siento más y más cansada de intentarlo, la alas se me entumecen, los ojos se me cierran, casi no puedo respirar y de pronto siento un pinchazo en el pecho. Es posible que despierte de esta pesadilla y vuelva a mi vida normal y que todo haya sido un horrible pesadilla, deseo volver a ver mis arrugas y a mi largo cuerpo, arrastrarme por lo altos y hermosos árboles, comer hojas frescas y verdes. Pero todo a mi alrededor es completa y solemnemente negro.


Por desgracia , a veces, debemos pasar por situaciones extremas para aprender a valorar lo que nos rodea, lo que somos y a dejar de soñar con lo que podríamos ser.

M. José (chandra)

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